El periodista liberiano Rodney Sieh, Premio Internacional Libertad de Prensa 2019
El jurado reconoce su contribución a la defensa de la libertad de expresión. También otorga un galardón a la trayectoria de Griselda Pastor
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El periodista liberiano Rodney Sieh ha recibido hoy el X Premio Internacional Libertad de Prensa de la Universidad de Málaga, como reconocimiento a su contribución en la difusión de la corrupción en su país a través de Frontpage Africa, medio online creado y editado por él desde 2005
Este galardón lo propone desde 2010 la Cátedra UNESCO de Comunicación y lo falla un jurado integrado por los decanos de la Asociación Española de Universidades con Titulaciones de Información y Comunicación (ATIC).
En esta ocasión, además de Rodney Sieh, ha recibido una mención especial a su trayectoria la periodista radiofónica Griselda Pastor, la corresponsal de la Cadena SER en Bruselas, por su compromiso con el derecho a la información en sus crónicas sobre la Unión Europea.
El acto de entrega se ha celebrado en el Rectorado de la Universidad de Málaga, presidido por la delegada del rector para la Igualdad y la Acción Social, Isabel Jiménez; acompañada por el director de la Cátedra UNESCO de Comunicación, el catedrático de Periodismo Bernardo Díaz Nosty; la directora de la Cátedra UNESCO de Comunicación de la Universidad de Sheffield, Jackie Harrison, y Alfonso Armada, presidente de la sección española de Reporteros sin Fronteras.
En su décimo aniversario, el Premio Internacional Libertad de Prensa reconoce este año la ímproba labor de Rodney Sieh por la defensa de la libertad de expresión en un país, Liberia, en el que no es nada fácil ser periodista y ahondar en las prácticas de corrupción de los distintos gobiernos. De hecho, Sieh fue condenado en agosto de 2013 a 5.000 años de cárcel y a una multa de 1,5 millones de dólares por una supuesta difamación contra el entonces ministro de Agricultura por un caso de corrupción que, posteriormente, se demostró.
“No soy un criminal”
Tal y como ha asegurado el propio Sieh a la hora de recoger el premio, “si buscan información sobre mí en Google les parecerá que soy un criminal. No lo soy. Soy simplemente víctima de un sistema que criminaliza la libertad de expresión y trata a los periodistas como criminales”.
“Hoy en día –ha continuado diciendo- investigar a los corruptos se etiqueta como Fake News, gracias, entre otras cosas, a las ocurrencias de Donald Trump. Pero los informadores somos simples periodistas haciendo nuestro trabajo y no nos dejan. Algunas veces lo conseguimos. Otras, nos obligan a la autocensura que imponen los malos gobiernos”.
Frontpage Africa y sus periodistas han sido galardonados con distintos premios internacionales, entre los que destacan el Premio de Libertad de Prensa del Comité para la Protección de los Periodistas, el Premio Periodistas Canadienses por la Libertad de Expresión y el Premio Alemán de Medios de Desarrollo para África.
Por su parte, Griselda Pastor ha echado mano de su conocida modestia al asegurar que “casi me da vergüenza estar hoy aquí, dado que llevo 20 años pisando moqueta y mi trabajo tiene poco que ver con el de un héroe –en referencia a Rodney Sieh-“.
En cambio, la periodista radiofónica, conocida por sus crónicas desde Bruselas y que hasta unos minutos antes de la entrega del Premio Libertad de Prensa ha estado enviando su última entrada a la Cadena Ser, ha hecho un alegato del trabajo periodístico “en libertad, que exige mucha fortaleza en lo cotidiano”. Si no existe este trabajo, no hay democracia”, ha afirmado, al tiempo que ha animado al auditorio –compuesto por alumnos de Periodismo- a “no renunciar nunca a formular preguntas”.
En este sentido, el catedrático Bernardo Díaz Nosty ha recordado que “la libertad de expresión es un derecho fundamental y, con estos premios, pretendemos reforzar la valentía de los periodistas que se atreven a ejercerla en zonas de conflicto, donde muchas veces identificarse como informador es como ponerse una diana en el pecho”.
Tras aludir a los valores éticos del Periodismo y criticar las agresiones –y, en muchos casos, los asesinatos- a periodistas, el director de la Cátedra UNESCO de la UMA ha sentenciado que a la crisis que conlleva la precariedad laboral de los periodistas se suma ahora la crisis institucional del Periodismo, por lo que ha animado a los profesionales a “resistir los ataques de su entorno y los estímulos para afiliarse al pensamiento único”.
En este contexto, Alfonso Armada ha manifestado que el Periodismo “hace ahora más falta que nunca, porque un país que no separa las opiniones de los hechos está perdido”.
Otros galardonados
En años anteriores ha sido concedido el premio a la periodista congoleña Caddy Adzuba, por la defensa de la integridad de las mujeres periodistas en África; a los periódicos The New York Times, The Guardian, Le Monde, Der Spiegel y El País, por la publicación de los papeles de Wikileaks; a Fran Llorente, director de los servicios informativos de Televisión Española; a Gervasio Sánchez, fotoperiodista; a Andrés Rábago, El Roto; a Lucía Lagunes, directora de la agencia Comunicación e Información de la Mujer (México); al periodista turco Dogan Tiliç; a Edy Tábora, director de la ONG hondureña C-Libre, y a la periodista filipina Maria Ressa. Asimismo, se ha distinguido, mediante reconocimientos especiales, la periodista mexicana Carmen Aristegui y al movimiento de “Mujeres RTVE”.