La visita a las Cuevas del Tesoro se ofrece durante todo el año como una actividad para que el alumnado practique el español fuera del aula y conozca los aspectos culturales más interesantes del entorno en el que estudian la lengua. En este mes de julio un grupo de alumnos del centro, de más de quince nacionalidades distintas, realizó cuatro visitas en grupos de doce para descubrir la singularidad de esta cueva, la única submarina de toda Europa. Las otras dos de origen marino se encuentran en Asia y en América Central (México). Nuestros estudiantes internacionales, guiados por las explicaciones en español de la profesora Cristina Ortega, experta en Historia del Arte, visitaron las principales galerías que conforman la Cueva y, sobre todo, quedaron impresionados por aquellos lugares en los que se puede ver el agua. La profesora les descubrió los pasadizos de este impresionante paraje natural y les explicó algunas de las historias y leyendas que se esconden entre sus paredes desde el Paleolítico, pasando por la Edad de Bronce y las épocas fenicia, romana y árabe.

El alumnado de CIE recorrió los siete espacios más emblemáticos de la Cueva: Sala de la Virgen, Pozo del Suizo, Sala de Marco Craso, Sala del Águila (lugar donde se encontraba el tesoro árabe y donde se puede apreciar una formación rocosa que simula la caída de un águila), Sala del Santuario de Noctiluca, Sala del Volcán y Sala de los Lagos. Esta última es la más grande y atractiva; como suele hacer la mayoría de los visitantes, nuestros estudiantes la eligieron para hacerse la foto de la visita con la que recordarán su inolvidable paso por la impresionante Cueva del Tesoro.