La UMA impulsará la Escuela de Doctorado y la vinculará al sector productivo
104 nuevos doctores que leyeron sus tesis en el curso 2014-15 reciben el birrete en el Paraninfo Universitario
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El rector, José Ángel Narváez, ha asegurado hoy que la Universidad de Málaga va a impulsar la Escuela de Doctorado, dándole una mayor proyección internacional y vinculándola, también, al sector productivo, para dar respuesta a sus necesidades de investigación.
Narváez ha hecho esta declaración en su discurso de investidura de la ceremonia que se ha celebrado en el Paraninfo Universitario, en la que 104 doctores han recibido los honores que les acreditan como tal: birrete, guantes y credencial.
Narváez se ha mostrado partidario de potenciar el Doctorado, “como formación superior que capacita para diseñar, crear, desarrollar y emprender proyectos novedosos e innovadores”. “Considero necesario –ha continuado- desarrollar las escuelas de Doctorado, como instrumento de colaboración entre organismos públicos y privados”.
Además de impulsar la proyección internacional y vincular la Escuela al sector productivo, el rector ha manifestado que se va a “fomentar la contratación de posdoctorales” y se va a aprovechar la reforma de los Estatutos de la Universidad “para crear un nuevo sector de la comunidad universitaria que tendrá la consideración de personal investigador y estará integrado por el personal contratado con título de doctor”.
En cuanto a la relación con las empresas, el rector hizo un llamamiento especial a la sociedad en general y al sector productivo en particular para decirles “que el Doctorado no es sólo el máximo nivel académico, sino que debe ser también la antesala del máximo nivel profesional”.
A su juicio, el hecho de que cada año más de 200 personas lean sus tesis en la Universidad de Málaga “es la prueba de la rentabilidad social de la Universidad, una institución pública en la que se forman los que están llamados a garantizar el avance científico, tecnológico, social, artístico y cultural dentro de nuestra sociedad”.
Por eso, el rector indicó que el día de hoy es muy importante para él, “porque presido el acto académico más entrañable y reconfortante de cuantos se celebran en la universidad”; para los tutores, “porque siempre serán los maestros”; y para los nuevos doctores, “porque el birrete supone la culminación de un trabajo, el final de una etapa de formación llena de esfuerzos y sacrificios”.
104 birretes
Los 104 nuevos doctores subieron al estrado acompañados por sus padrinos y por los decanos y directores correspondientes a sus centros. En representación del colectivo, José Martínez Peralta prestó promesa de fidelidad en latín clásico y sobre el Libro de la Ciencia, como compromiso para desempeñar su doctorado “con la máxima fidelidad y honestidad para aumentar el honor de nuestra Universidad”.
En la ceremonia también pronunció un discurso el vicerrector de Posgrado de la UMA, Gaspar Garrote, quien inició su intervención vinculando la fecha de hoy (9 de marzo) con la de ayer, en que se celebró el Día Internacional de la Mujer, recordando la primera fémina que leyó una tesis. Fue en la Universidad de Alcalá de Henares, un verano de 1785. María de Guzmán, licenciada en Filosofía y Letras, consiguió ser la primera doctora española.
Casi cien años pasaron hasta que se doctoraron las siguientes mujeres: Dolores Abreu y Martina Castells, ambas doctoras en Medicina.
Garrote alabó el arduo trabajo que han realizado los autores de las tesis hasta llegar al día de hoy, y se mostró orgulloso “como universitario” de formar parte de este privilegio que consiste en contribuir, en cada una de nuestras disciplinas, a la conquista ininterrumpida y colectiva del saber”.
Protocolo
La ceremonia de investidura contó con todo el protocolo de los actos de la Universidad de Málaga. Comenzó con la interpretación del ‘Veni Creator’ por parte del Coro de la Universidad de Málaga, prosiguió con la lectura del nombramiento de los nuevos doctores y, para concluir, se interpretó el Gaudeamus Igitur.