Pepe Molina, trabajador de la UMA, pronuncia la conferencia inaugural del Carnaval 2016
“Se trata de una celebración antiquísima relacionada con cultos arcaicos”, señala este experto verdialero
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José Manuel Molina, trabajador de la Universidad de Málaga, ha sido el encargado de pronunciar la conferencia inaugural del Carnaval 2016. El verdialero, fundador de la panda Santón Pitar, se encargó en la noche del jueves de narrar la historia común de los verdiales y el Carnaval y aseguró que ambas “estuvieron unidas en origen, cuando se utilizaban para entretener a los ciudadanos de la antigua civilización griega, por lo que son tradiciones antiquísimas relacionadas con cultos arcaicos”.
Durante la charla, titulada ‘Verdiales, el carnaval pagano’, Molina explicó que ambas caminaron a la par hasta la Edad Media y que surgieron en los cultos en honor a la diosa Cibeles, en donde músicos callejeros bailaban y cantaban al compás de diferentes instrumentos. Recordó que en aquella época los fiesteros ya salían a la calle ataviados con túnicas de colores y máscaras y que incluso la persona que ejercía el papel de alcalde solía disfrazarse de carnero, “lo que remite a ciertas costumbres carnavalescas”.
Durante su intervención, que amenizó con varias coplas la panda de Santón Pitar, indicó que en origen salían con la única intención de recaudar dinero y que cada 25 de enero se celebraba una fiesta conocida como La Hilaria, algo parecido al actual carnaval. Incluso uno de los símbolos de los actuales verdiales, el sombrero, “era símbolo de libertad y de locura, pues lo usaban griegos y romanos para hacer el tonto y evidenciar sus celebraciones”.
Pese a la prohibición expresa de la Iglesia, los verdiales sí lograron permanecer en el tiempo y se instalaron en el tiempo de Pascua, cuando comenzaron a concentrarse “locos vestidos de blancas enaguas a modo de tonelete” y llegar hasta nuestros días.
La conferencia de José Manuel Molina -que es miembro del Personal de Administración y Servicios de la UMA (PAS)- se cerró con un original broche de oro, puesto que por primera vez la fiesta no fue cerrada por la comparsa ganadora el año anterior, sino que lo hizo el pregonero Antonio Carlos Rojas Gallego, que cantó un pasodoble en el que relacionó ambas celebraciones introduciendo nombres de fiesteros famosos.