Un estudio confirma la eficacia de la Escuela de Segunda Oportunidad para combatir el fracaso escolar
Ha sido elaborado por la asociación Arrabal y por profesores de Trabajo Social
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Un estudio elaborado por la Asociación Arrabal-AID y miembros de la Facultad de Estudios Sociales y Trabajo determina la eficacia de la Escuela de Segunda Oportunidad (E20) para combatir el fracaso escolar temprano.
Así se ha demostrado en la presentación del estudio, denominado ‘Un modelo alternativo a la formación reglada: Las Escuelas de Segunda Oportunidad’, que ha sido presentado en la facultad, en un acto que ha contado con la presencia de la vicerrectora de Igualdad, Diversidad y Acción Social, Isabel Jiménez; la decana, Ana Rosa del Águila; la delegada de Inclusión Social, Familia e Igualdad de la Junta, Ruth Sarabia; la responsable de Estrategia y Propósito de Arrabal, Gema Burell, y los profesores encargados del trabajo.
El abandono escolar temprano es un problema social, en la medida en que está asociado a situaciones de exclusión que se agrava aún más cuando la desmotivación se convierte en un factor determinante. En este escenario, las Escuelas de Segunda Oportunidad se plantean como una alternativa educativa eficaz para aquellas personas que han abandonado los estudios a edad temprana.
En la presentación de resultados, a cargo de los docentes Almudena Macías y Rafael Arredondo, del departamento de Psicología Social, Trabajo Social y Servicios Sociales de la Universidad de Málaga, se ha puesto de manifiesto cómo el perfil mayoritario de alumnado de estas escuelas responde a una mujer de 27 años de nacionalidad española. La causa principal de abandono de sus estudios es la desmotivación y desinterés (29,5%) seguido por las dificultades familiares (25,3%), aunque entre las mujeres este factor ocupa el primer lugar. Las dificultades de aprendizaje constituirían el 15,8% de las causas de abandono y el motivo laboral, un 11.6%.
Volver a los estudios
Las razones para volver a retomar los estudios se sitúan principalmente en “la superación personal”, seguidas por el aspecto laboral, dada la necesidad de un encontrar un empleo y contratos con mayor calidad en cuanto a estabilidad y salario. La edad media de retorno se sitúa en los 26 años, encontrándose aquí una diferencia de 10 años entre hombres y mujeres, que comienzan en torno a los 20 y 30 años, respectivamente.
Entre los puntos fuertes del modelo de Escuela de Segunda Oportunidad destaca la atención personalizada y la flexibilidad del formato, que combina acciones online con la asistencia presencial, aunque éstas últimas son las preferidas. Según el estudio, el contacto físico resulta fundamental en el desarrollo de estos programas, destacando la importancia del vínculo personal con el equipo técnico de referencia sin el cual no es posible avanzar con los elementos formales de los programas.
El éxito de la E2O trasciende el aspecto académico-laboral que incide en aspectos como autoestima y bienestar de las personas y sentimiento de pertenencia a un grupo.
En su intervención, el profesor Arredondo ha valorado la trasferencia de conocimiento que se ha producido entre el ámbito social y académico, que han trabajado de forma coordinada durante la investigación, cuya metodología giró a través de cuestionarios y grupos de discusión donde participaron entidades sociales, la Fundación Don Bosco, la Asociación Cívica para la Prevención, al Asociación DOSTA, el IES Pérez de Guzmán (Escuela de Adultos) o el Centro de Inserción Sociolaboral Anide XIII, junto a la Asociación Arrabal-AID.
Además de las autoridades anteriormente citadas, acudieron a la presentación del estudio, entre otros Francisco Javier Serrano, director general de Personas Mayores, Participación Activa y Soledad no deseada de la Junta de Andalucía; María Lozano, secretaria general de la delegación de Desarrollo Educativo y Julio García Daza, presidente de la Asociación Arrabal AID.