La catedrática de Ingeniería de Comunicaciones Mª Carmen Aguayo ha sido la protagonista de la nueva entrega de ‘ConCiencia de Mujer’, que tuvo lugar ayer en el Rectorado. Se trata del capítulo nueve de esta serie de divulgación científica, donde esta investigadora de la UMA presentó a Hedy Lamarr, Andrea Goldsmith y Teresa Martín, mujeres referentes en el ámbito de la Telecomunicación.

Rosario Moreno-Torres, del Servicio de Publicaciones y Divulgación Científica de la UMA, recalcó en la presentación de este nuevo capítulo, que esta colección de audiovisuales “ayuda a la construcción de la identidad de la mujer científica”, ya que con a través de los distintos videos se descubren figuras femeninas que han quedado en segundo plano, así como sus aportaciones a la ciencia, al tiempo que se conocen investigadoras actuales.

Por su parte, la vicerrectora adjunta de Investigación, Zaida Díaz, también presente en el acto, señaló que con esta iniciativa se pretende buscar referentes actuales de nuestra universidad.

Trayectoria inspiradora

La catedrática Mª Carmen Aguayo Torres, que dirige la ‘Cátedra Mujer y Tecnología Hedy Lamarr’, destacó en su presentación su “trayectoria inspiradora”, en la que aúna varias facetas: la investigadora, la de transferencia. la gestión y, por último, la divulgativa.

Todas ellas quedan plasmadas en el nuevo capítulo de ‘ConCiencia de Mujer’ que acaba de estrenarse y en el que su protagonista habla sobre tres de sus referentes: la actriz e ingeniera de Telecomunicación que da nombre a su Cátedra; la primera mujer en ganar el Premio Marconi, Andrea Goldsmith y, por último, Teresa Martín, quien fue su profesora y a la que considera un modelo. No obstante, reivindica “más presencia femenina en especialidades TIC” que, en España, según señaló, no llega al 20 por ciento, aunque, insistió, se trata de un problema generalizado. Por ello, quiso profundizar en sus posibles causas durante la cita.

Presencia de mujeres en empresas tecnológicas

En este sentido, la investigadora aseguró que las empresas tecnológicas necesitan mujeres para obtener una mayor rentabilidad. “Están convencidas de que es importante que haya mujeres en sus equipos, puesto que los grupos con diversidad presentan un mayor rendimiento y creatividad, algo esencial para este tipo de compañías que dependen mucho de la innovación para ser competitivos. Sin embargo, cada vez son menos las mujeres que trabajan en firmas del sector”, dijo.

El contexto socioeconómico y cultural, una socialización diferencial de género y una cultura empresarial masculinizada son los factores que enumeró Aguayo para explicar esta situación.

Falta de referentes femeninos

La percepción de dificultad o la falta de referentes son “las dos grandes razones por las que las niñas no se interesan por las ingenierías”, aseveró. De ahí que la catedrática abogue por emprender acciones ya desde la educación infantil, implicando a los docentes en materia formativa y prestando especial atención a una materia esencial como las matemáticas.

Respecto al profesorado, por otro lado, la investigadora de la UMA puso el foco en asuntos como la escasa presencia de docentes varones en los primeros niveles educativos o el poco peso que se le da en el Grado en Educación a las matemáticas o las TIC (entre un 10 y un 12 por ciento de los créditos). Por ello, tal y como informó, solo el 3 por ciento de los maestros de primaria están especializados en Matemáticas, tecnología o TIC.

“Las tecnologías no son el futuro, sino el presente. Urge actuar para evitar que la brecha tecnológica crezca, pues cuando la mitad de la población tiene tecnología sin generarla estamos ante un problema”, concluyó.

La celebración de este evento cierra una completa programación organizada por la Universidad de Málaga con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se ha venido desarrollando a lo largo del mes de febrero.

El nuevo capítulo de la serie ConCiencia de Mujer, que ha contado con la realización de Juan José Mora, el montaje de Pablo Belice, la animación de Sergio Bonilla y la música de Chad Crouch.