Investigadores de la UMA analizan el papel de la kinesiofobia en personas con dolor crónico
Detectan que el miedo a moverse aumenta en estos pacientes, mientras que en casos concretos como el latigazo cervical no influye de forma tan determinante
Categoría: Investigación
Averiguar cómo puede llegar a afectar la kinesiofobia -miedo a moverse sin base fundamentada- a personas con dolor crónico músculo-esquelético es el objetivo de un equipo de investigadores de la Universidad de Málaga, cuyos últimos estudios han sido publicados en la revista científica ‘British Journal of Sports Medicine’, la publicación número 1 del mundo en el campo del aparato locomotor.
Los expertos, que pertenecen al grupo de IBIMA ‘Cronicidad y Servicios de Salud’, en concreto, al área de Fisioterapia y Dolor Crónico, tras varias revisiones sistemáticas, han detectado en un primer trabajo publicado en 2018, que aquellas personas con más dolor crónico y de más tiempo de duración, también presentan un mayor miedo a moverse.
Ya en una segunda fase de estudio, los investigadores se centraron en una dolencia concreta no crónica: el ‘whiplash’ o latigazo cervical, donde, según han constatado, la kinesiofobia no parece jugar un papel tan importante a la hora de cronificar estos síntomas.
“Podemos afirmar que el miedo a moverse no influye de forma tan determinante en pacientes con latigazo cervical”, explica el profesor de Fisioterapia Alejandro Luque Suárez, investigador principal de estos trabajos, que aclara que existen otros factores biopsicosociales que lo justifican. Precisamente, analizar cuáles son estas causas y por qué, ya en fase experimental, es el siguiente paso de este estudio, tal y como señala el investigador Javier Martínez Calderón, otro de los autores.
Por otro lado, en un último artículo recientemente publicado en la revista ‘Archives of Physical Medicine and Rehabilitation’, los investigadores recomiendan la combinación de educación y ejercicio, siempre supervisado por un profesional, como mejor terapia para reducir la kinesiofobia, tras una revisión sistemática con pacientes con dolor lumbar crónico.